
Herramientas Manuales.
Manuales son unos utensilios de trabajo utilizados generalmente de forma individual que únicamente requieren para su accionamiento la fuerza motriz humana; su utilización en una infinidad de actividades laborales les dan una gran importancia. Además los accidentes producidos por las herramientas manuales constituyen una parte importante del número total de accidentes de trabajo y en particular los de carácter leve.
Podemos subdividirlas en:
• Herramientas de golpe (martillos, cinceles, etc.).
• Herramientas con bordes filosos (cuchillos, hachas, etc.).
• Herramientas de corte (tenazas, alicates, tijeras, etc.).
• Herramientas de torsión (destornilladores, llaves, etc.).
La siniestralidad originada por la utilización de las herramientas manuales es cuantitativamente alta. Si bien los accidentes no acostumbran a ser de extremada gravedad, representan aproximadamente:
• El 8 % de los accidentes leves.
• El 3 % de los accidentes graves.
• El 0,3 % de los accidentes mortales.
Los riesgos más importantes consisten, sobre todo, en golpes y cortes en las manos u otras partes del cuerpo, lesiones oculares por proyecciones y esguinces por gestos violentos; siendo causas principales de
los accidentes:
• Inadecuada utilización de las herramientas.
• Utilización de herramientas defectuosas o de baja calidad.
• Mantenimiento incorrecto.
• Almacenamiento y transporte deficiente.
Entre un cuchillo de piedra y una sierra mecánica hay muchas diferencias, una distancia temporal que se cifra en miles de años y una distancia tecnológica abismática. Pero ambos objetos sirven, básicamente, para lo mismo, y la aparición de esta no se entiende sin la existencia previa de la otra, de la que es su evolución lógica. Ambas son ejemplos, distantes en el tiempo, de herramientas manuales, esos instrumentos que el hombre ha ideado como prolongación y mejora del trabajo de su propia mano.

Almacenamiento:
• Guardar las herramientas perfectamente ordenadas, en cajas, paneles o estantes adecuados, donde cada herramienta tenga su lugar.
• No deben colocarse en pasillos, escaleras u otros lugares elevados desde los que puedan caer sobre los trabajadores.
• La mejor solución es llevar el control centralizado en un solo almacén, pero de no ser posible, se deben realizar inspecciones periódicas sobre su localización y estado. Si las herramientas son personales, se facilitará una mejor conservación de las mismas.
Mantenimiento y reparación:
• Revisar periódicamente el estado de las herramientas (mangos, recubrimientos aislantes, afilado, etc.).
• Reparar las que estén defectuosas, si es posible, o desecharlas.
• Nunca deben hacerse reparaciones provisionales que puedan comportar riesgos en el trabajo.
• Las reparaciones deben hacerse, siempre que sea preciso, por personal especializado.
Transporte:
Para el transporte de las herramientas se observarán diversas precauciones, como son:
• Utilizar cajas, bolsas y cinturones especialmente diseñados.
• Para las herramientas cortantes o punzantes utilizar fundas adecuadas.
• No llevarlas nunca en el bolsillo.
• Al subir o bajar por una escalera manual deben transportarse en bolsas colgadas de manera que ambas manos queden libres.
Almacenamiento:
• Guardar las herramientas perfectamente ordenadas, en cajas, paneles o estantes adecuados, donde cada herramienta tenga su lugar.
• No deben colocarse en pasillos, escaleras u otros lugares elevados desde los que puedan caer sobre los trabajadores.
• La mejor solución es llevar el control centralizado en un solo almacén, pero de no ser posible, se deben realizar inspecciones periódicas sobre su localización y estado. Si las herramientas son personales, se facilitará una mejor conservación de las mismas.
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